La materia no es un fin sino el medio para la ascensión.
Enseñanzas de los esenios.
Cuando nos despertamos después de una noche de tranquilo
sueño, recién allí estamos concientes de nosotros mismo. No somos concientes de
toda la energía que necesitamos para vernos
y saber quienes somos.
Al comenzar el día , podemos dejar de pensar?
Si , pero cuando dejamos
de pensar inmediatamente suena una campanita, que nos distrae y justamente esa
campanita es la raíz de nuestros
conflictos.
La mente esta cargada de conceptos, rituales, hábitos ,
donde la palabra se cosifica, donde el sentir se masifica. La mente, un lugar donde la palabra
se envilece.
Siempre que me encuentro con viejos amigos después de mucho tiempo de no vernos, la escena
se repite, nos preguntamos mutuamente si
nos casamos, si tenemos hijos y si son exitosos , carrera, trabajo , un dialogo
cargado de palabras vacías, un tumulto de preguntas programadas.
Si subo a un taxi y no hablo parece que estoy enojada,
entonces hablo del tiempo ó de política. Entonces se vacía la palabra, entonces es un monologo de dos, y hablo y el otro piensa que va a decir … mi
hijo esta…Yo fui… se habla por hablar y se contesta desde la mente calculadora.
En una reunión de amigos o familiares la conversación está plagada de mentiras.
Se miente por pasatiempo.
Si no lo crees, recuerda aquella entrevista de trabajo, o una primer
cita y el impresionante gasto de energía
que empleaste para demostrar quien eres,
para no ser solo lo que el otro piensa
de tí, y el otro también debe desplegar toda su energía para
lograr el mismo fin: Que tu mente no cree una imagen distorsionada de su
persona.
La palabra perdió el carácter artesanal, donde se expresa lo
que realmente se siente o se piensa.
Buscamos todo el tiempo frases armadas, que alguien me dijo…un maestro , un
profesor, la universidad ó algún libro de filosofía barata de palabras
gastadas.
Cuando me esfuerzo para expresar algo, estoy mintiendo. Todo
es una mentira!
Y esto nos lleva a estados de incomprensión de la realidad,
donde la vida transcurre en un mundo
superficial y embustero, cargado de sufrimiento, donde dominan los
pensamientos hostiles, donde el otro se convierte en mi enemigo, donde todo el
universo confabula contra mi, convirtiéndome nada mas que en una victima de mi
propia mente. El esfuerzo es agotador.
El gasto de energía es desmedido y cuando reconozco este esfuerzo , este
derroche innecesario , se me
muestra una verdad: la vida es sumamente
sencilla y todo esta en armonía.
Donde la vida se vive de verdad, de corazón, donde la providencia puede actuar
en nosotros y para nosotros. Una vida de salud y prosperidad.
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