Cuantas
veces nos preguntamos cual es el camino, si realmente todo cuanto hacemos
corresponde a una vida espiritual, si realmente aquella decisión fue la
acertada, etc.
Al
tener en cuenta que es el viaje el que
nos transforma, en cada experiencia vivida, se hace necesario revisar lo que espero que
pase en mi vida, tal vez no sea lo mejor para mi.
Cuando tenga una anhelo, (cuantas veces nos lo han dicho..) bajarlo al corazón, consultar
nuestro corazón, si hay generosidad , si hay karuna, bondad, en nuestra
aspiración, si es así , estamos camino a Itaca, estamos en el camino de la
transformación.
He
visto a muchos en este tiempo ofreciendo lo que saben hacer, cosas sencillas ó
no tanto, como escuchar, compartir
experiencias, dar animo, dar fuerzas para seguir el camino, compartir una
tarde y junto con el otro ver desde el corazón
ese cielo azul de la tarde, una arboleda, un jardín, "ayudar al otro a parar y
mirar el mundo con atención".
Sin
practica espiritual no hay progreso en nuestras vidas y si tu practica
espiritual es ir sábado o domingo a la
iglesia te estas perdiendo lo que viene, la comprensión del proceso evolutivo
va mas allá de rezar o dejar de rezar.
Al
llegar a Itaca como dice el poema , después
de todo no recibirás nada , ya que todo
lo tenias , es solo que estabas distraído!
Ítaca
es la legendaria patria de Odiseo (Ulises), a la cual debe retornar luego de su
homérico viaje…
Cuando emprendas tu
viaje a Ítaca
pide que el camino sea
largo,
lleno de aventuras,
lleno de experiencias.
No temas a los
Lestrigones ni a los Cíclopes
ni al colérico
Poseidón,
seres tales jamás
hallarás en tu camino,
si tu pensar es
elevado, si selecta
es la emoción que toca
tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los Lestrigones
ni a los Cíclopes
ni al salvaje Poseidón
encontrarás,
si no los llevas
dentro de tu alma,
si no los yergue tu
alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las
mañanas de verano
en que llegues -¡con
qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos
antes.
Detente en los
emporios de Fenicia
y hazte con hermosas
mercancías,
nácar y coral, ámbar y
ébano
y toda suerte de
perfumes sensuales,
cuantos más abundantes
perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades
egipcias
a aprender de sus
sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu
destino.
Mas no apresures nunca
el viaje.
Mejor que dure muchos
años
y atracar, viejo ya,
en la isla,
enriquecido de cuanto
ganaste en el camino
sin aguardar a que
Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías
emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada
que darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has
vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué
significan las Ítacas.