martes, 10 de abril de 2012

Caminata y el tornado en mi barrio





Caminata por mi barrio después del TORNADO, o un reventón de una tormenta, ó lo que sea, ya que los que estuvimos en la zona del desastre sabemos muy bien lo que vivimos… ó no. Según los directivos del servicio meteorológico deberán evaluar los daños para determinar que fue...gluppp???

Pero como no soy meteoróloga, mejor les cuento sobre mi caminata por el barrio una vez que calmó el viento. Realmente sentí cierto desconcierto, para comenzar no podía abrir la puerta de mi casa por que una planta cubría la salida, los árboles estaban caídos sobre el asfalto o la vereda con sus raíces al descubierto, todo era oscuridad, miré hacia la esquina y divisé la luz de una linterna, era mi vecino mirando su casa…me acerque y entre abrazos y lloros por el susto, quedamos los dos mirando su casa, le faltaba el techo. A una cuadra de distancia había volado este techo de aproximadamente 500 metros cuadrados, que había quedado planchado sobre el pavimento.
Al tiempo que cada uno salía de sus casas, más abrazos que examinaban el estado del otro…preguntas como: - estas bien?, ó –necesitas algo?, a la par que se evaluaban los daños.
La magnitud de los desastres nos superaba, nunca vivimos nada igual en nuestra zona, voladuras de chapas de algunas casas nuevas, vidrios rotos, y caída de casi todos los árboles, gente que tuvo que sostener a sus hijos para que no se los llevara el viento, corte de luz eléctrica y teléfonos de línea y celulares sin funcionar.
Sucedieron muchas cosas y a medida que recorría las cuadras con otros vecinos, vimos distintas formas del vivir- sentir el evento meteorológico. Desde llantos y algo de nervios, hasta la locura o indiferencia y zozobra de los que no tuvieron mayores daños. Así fue pasando la noche y cuando vi que ya nadie quedaría a la intemperie y los dueños de las chapas se quedaron mas tranquilos al cerrar las calles por posibles robos (de las chapas) y las abuelas y abuelos se habían desahogado comentando que en sus años nunca vieron algo así… y para esto eran las tres de la mañana, me fui a descansar. No dormí…pensé en algunos amigos queridos y familiares en como lo estarían pasando…cuando amaneció volví a salir y todos estaban allí, juntando sus cosas, tanques de agua y chapas, sacudiendo árboles para que bajaran las chapas colgadas, y las tejas que habían quedado atrapadas entre algunas ramas de los árboles que resistieron al monstruoso viento.

El desafío de esa mañana era evaluar mis propios daños, la casa resistió perfectamente a pesar de sus años, solo un postigo de madera se descolgó, limpiamos el techo y las salidas de agua.
En cuanto a despensas, teníamos agua en bidones y como soy una buena cocinera, por supuesto tenía comidita para varios días también. Sacamos de nuestra alacena de emergencia linternas y pilas, algunas velas y la radio también a pila para escuchar el noticiero, que solo mencionaba un temporal en zona oeste.

Si bien pasó el Municipio al tercer día a repartir agua, nosotros ya habíamos desarmado la bomba de agua para bombear manualmente agua desde la napa, a modo de prueba, colocando un destornillador en un agujero que tiene la rueda del bombeador, por si el problema de la electricidad durara muchos días más.

Pasaron ya siete días, ayer dieron la luz, camino por mi barrio, la plaza, el camino de cada día, y hoy es todo diferente y yo también… el cambio esta aquí…esta es mi aldea, mi comunidad, no estoy sola, tengo a mis vecinos y se que estamos juntos para enfrentar los desafíos futuros!

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